El chico asesino de su familia viajó hasta La Quiaca y regresó

Darío, el joven de 17 años y eventualmente confeso de haber asesinado a su madre de 34 años y a sus hermanos de 12 y 8 años en el barrio Solidaridad, planificó acabadamente un escape a Bolivia, pero, por alguna razón, se arrepintió antes de cruzar la frontera, en La Quiaca, Jujuy y regresó a Salta para entregarse a la Policía.

El muchacho, de carácter introvertido, se presentó hoy, pasadas las 6. 30 en la División Criminalística, situada en el pasaje Miramar, en pleno centro de la ciudad, una arteria paralela a la avenida San Martín, entre Buenos Aires y Córdoba.

Los cadáveres de su madre y hermano, fueron hallados a la medianoche del domingo en su domicilio, con el cráneo destrozado a mazazos. A la mujer, le hallaron restos seminales en la vagina, lo que abre la posibilidad de un pasado atroz previo al desenlace brutal.

Darío, antes de irse de su casa, dejó todo cerrado con llave, se bañó, introdujo prendas de vestir suyas manchadas con sangre en un balde con agua jabonosa, salió de la casa, se dirigió a una peluquería a cortarse el pelo y luego tomó un ómnibus rumbo a la frontera con Bolivia.

Algo ocurrió en el trayecto porque una vez en la localidad jujeña de La Quiaca, decidió regresar, confesar su crimen  y entregarse a la Policía salteña.

El menor se halla en estos momentos en la sede de Criminalística y en cualquier momento será trasladado a Ciudad Judicial.

 Fuente: El Tribuno