Efectiva búsqueda de niños en la frontera

Tres menores de edad: dos varones y una nena fueron recuperados por el Consulado argentino en Villazón Bolivia, y según los datos recabados por nuestro matutino éstos habían desaparecido en el trayecto cuando regresaban de la escuela a su hogar, en una comunidad dispersa, del sur boliviano.

Las autoridades bolivianas recorrieron el camino seguido por otros chicos junto a su madre y demás hermanos, al no dar con su paradero concurrieron al edificio consular y solicitaron ayuda, teniendo en cuenta que son hijos de argentinos.

Luego de tres días de búsqueda, la representación argentina los encontró y restituyó a su familia; los menores habían sido “llevados” por dos hombres en un vehículo grande del tipo vagoneta, que se ofrecieron a transportarlos hasta su casa.

Los hechos se dieron cerca del territorio argentino, a una distancia de dos horas al este del paso internacional La Quiaca-Villazón. Los tres menores fueron encontrados solos, en una vivienda modesta situada a escasa distancia de un camino vecinal que conduce al interior del país altiplánico. La cónsul Reina Sotillo de Galgano los halló cuando recibió datos de un chofer perteneciente a una línea de transporte que hace recorridos habituales por las comunidades.

El hombre comunicó la novedad al Consulado porque le pareció extraña la situación al ver tres criaturas de entre 8 y 11 años aproximadamente, sentados cerca del camino por la mañana temprano y los volvió a ver ni bien entrada la noche. Es preciso destacar, que aún se desconoce el paradero de niños y adolescentes de los cuales las autoridades y población parecen haber olvidado, con el paso del tiempo, por supuesto menos su familia.
Modus operandi

En muchos casos que suceden en la frontera norte, se les cambia la identidad, porque las redes de trata los mantienen lejos de su hogar, llaman y hasta documentan falsamente, con identidades diferentes. Recientemente la funcionaria mencionada recuperó a una chica que se buscaba hace 9 años; estaba en una provincia del sur argentino, explotada, maltratada y encerrada.

La adolescente ahora se halla con su familia en una ciudad del sur de Potosí; algunos de sus parientes fallecieron durante ese tiempo y la muchacha que fue amenazada, como la propia cónsul, gracias a la labor de la justicia e instituciones intermedias se encuentra hoy con los seres que la quieren y nunca dejaron de buscarla. Las autoridades de la defensoría del sur potosino, Gendarmería, Policía de ambos países y los organismos competentes argentinos fueron de invalorable ayuda.

Por lo tanto hoy más que nunca como ciudadanos debemos solidarizarnos, porque los antisociales renuevan sus modos operativos y actúan causando un dolor indecible a las víctimas y sus familias. Hay un factor decisivo para derrotarlos, la unión de la familia y sociedad, que son el motor moral para proteger a los chicos y personas vulnerables.

En cada acción solidaria Reina Sotillo manifestó su agradecimiento al embajador en La Paz y los gobiernos de Argentina y Bolivia por su compromiso y acción conjunta en defensa de los derechos humanos.
Fuente: El Tribuno