El país que no miramos

En La Quiaca, base experimental argentina cuando de altura se trata, los equipos que participaron en el Torneo del Interior pasaron el 2013 con más pena que gloria. En el fondo, el juego pudo más que 3.442 metros sobre el nivel del mar. ¿Los de Sabella tomarán nota?

En 2010, hace tres años nomás, en La Quiaca, Jujuy, a 1.836 kilómetros del Congreso Nacional, del punto cero, y a 3.442 metros sobre el nivel del mar, hubo fiesta futbolera. Por primera vez los representantes de la Liga Puñeña conseguían darse el lujo de meterse, y por las buenas, en un torneo de fútbol federal, organizado por la AFA, como lo es el Torneo del Interior, también conocido como Argentino C.

La Liga Puneña de Fútbol, con sede en José Hernández y España Sur, cuenta con dos categorías, la A (integrada por Lavalle, Estibadores, San Salvador, Defensores, Libertad 8, Atlético Argentino, Catalina, Inter, Gardelitos, Gimnasia y Tiro de Yavi, Racing Ojo de Agua y Jorge Uro) y la B (compuesta por Barrios, Cusi Cusi, Tafna, El Cóndor, Central Norte, Talleres, Cieneguillas, Pumahuasi, Alberdi y Educadores). En aquella ocasión, Atlético Argentino y Sportivo Libertad fueron los primeros participantes aunque ni siquiera con los beneficios de la altura pudieron hacer diferencia cada vez que jugaban en el Cear, tal como se conoce al moderno Centro de Alto Rendimiento Deportivo (anclado en Avenida España Norte y Bolívar), el mismo lugar donde Daniel Passarella y un tal Alejandro Sabella hicieron base en la previa al juego en La Paz correspondiente a las Eliminatorias para Francia 98.

En este 2013, en su tercera inclusión a nivel nacional, los equipos de La Quiaca tampoco le hicieron cosquillas a los poderosos. Libertad apenas ganó uno de sus seis partidos por el Grupo 11 y quedó rápidamente eliminado. Quien mejor hizo los deberes fue Gimnasia y Tiro de Yavi (16 kilómetros al Este), quien con récord de tres ganados y tres perdidos superó la fase inicial pero quedó afuera en la primera ronda de playoffs. Si bien derrotó en la ida, en casa, al Atlético Gorriti de la capital jujeña (2-1), en la revancha poco pudieron hacer y cayeron 4-0. Ni la presencia de Italo Ramos, el Messi de la altura, pudo hacer el milagro.

 Olé