Misterio alrededor de un chico muerto
Nadie reclamó aún el cuerpo. Pasaron más de 15 días desde que se halló el cadáver abandonado
dentro de una bolsa de arpillera en una plaza de La Quiaca, a menos de
50 metros de un destacamento de la Gendarmería Nacional y a pocos pasos
de la ciudad boliviana de Villazón, y el misterio no se develó: la
víctima no pudo ser identificada, no hay familiares interesados en saber
qué ocurrió y no se conoce el móvil del homicidio.
Sí se sabe que a la víctima, un niño de entre ocho y diez años, la mataron en horas de la madrugada del 21 del mes pasado. La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue por asfixia mecánica por sofocación. Los investigadores están convencidos de que el menor fue ahorcado con una bolsa plástica negra que tenía atada en el cuello.
Los detectives policiales y judiciales del crimen, que conmocionó a los vecinos y comerciantes de La Quiaca, tienen dos hipótesis sobre el móvil del homicidio: un mensaje mafioso de una banda de narcotraficantes o un asesinato originado por un caso de violencia intrafamiliar.
"La bolsa plástica utilizada para ahorcar a la víctima es típica de los comercios de Villazón, en Bolivia", explicó a LA NACION una calificada fuente judicial. El caso es investigado por el fiscal de Jujuy Aldo Lozano, que caratuló el expediente como "homicidio calificado por ensañamiento".
El representante del Ministerio Público jujeño espera en las próximas horas el resultado de una serie de peritajes que podrían confirmar la identidad de la víctima y así orientar el rumbo de la investigación.
En la fiscalía de Lozano son optimistas y creen que podrán identificar al niño asesinado. Según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, se espera en las próximas horas el resultado de la comparación de huellas dactilares de la víctima y de un niño de la zona que se encuentra desaparecido.
"Con el nombre y el apellido de la víctima podremos avanzar en la investigación: vamos a conocer su nacionalidad, podremos citar como testigos a los familiares y reconstruir sus últimas horas. Es un misterio que nadie haya venido a reclamar el cuerpo", sostuvo un investigador del caso.
Debajo de la bolsa de arpillera donde estaba el cadáver se secuestró un pedazo de toalla de mano que tenía inscripto un apellido: Mamani.
Como se dijo, el cadáver del niño fue hallado pocos minutos después de las 8 por una empleada de la Municipalidad de La Quiaca que se encarga de la limpieza e higiene de la plaza 23 de Agosto. Cuando se encontró con la bolsa de arpillera, la mujer pensó que habían abandonado un perro muerto, pero su horror fue mayor cuando descubrió el cadáver del niño.
La víctima vestía ropa deportiva azul con el escudo de la AFA, marca Adidas. Medía aproximadamente 1,30 metros, tenía piel trigueña, su cabello era corto, lacio y de color negro. El cuerpo fue abandonado con las piernas dobladas hacia adelante y fue colocado en posición fetal.
"No hubo testigos del momento en que fue abandonado el cuerpo de la víctima. Tampoco tenemos imágenes porque en la zona no hay cámaras de seguridad", afirmó un investigador del caso.
Si se identifica a la víctima, el misterio que rodea el crimen podría comenzar a develarse.
Fuente: La Nación
Sí se sabe que a la víctima, un niño de entre ocho y diez años, la mataron en horas de la madrugada del 21 del mes pasado. La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue por asfixia mecánica por sofocación. Los investigadores están convencidos de que el menor fue ahorcado con una bolsa plástica negra que tenía atada en el cuello.
Los detectives policiales y judiciales del crimen, que conmocionó a los vecinos y comerciantes de La Quiaca, tienen dos hipótesis sobre el móvil del homicidio: un mensaje mafioso de una banda de narcotraficantes o un asesinato originado por un caso de violencia intrafamiliar.
"La bolsa plástica utilizada para ahorcar a la víctima es típica de los comercios de Villazón, en Bolivia", explicó a LA NACION una calificada fuente judicial. El caso es investigado por el fiscal de Jujuy Aldo Lozano, que caratuló el expediente como "homicidio calificado por ensañamiento".
El representante del Ministerio Público jujeño espera en las próximas horas el resultado de una serie de peritajes que podrían confirmar la identidad de la víctima y así orientar el rumbo de la investigación.
En la fiscalía de Lozano son optimistas y creen que podrán identificar al niño asesinado. Según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, se espera en las próximas horas el resultado de la comparación de huellas dactilares de la víctima y de un niño de la zona que se encuentra desaparecido.
"Con el nombre y el apellido de la víctima podremos avanzar en la investigación: vamos a conocer su nacionalidad, podremos citar como testigos a los familiares y reconstruir sus últimas horas. Es un misterio que nadie haya venido a reclamar el cuerpo", sostuvo un investigador del caso.
Debajo de la bolsa de arpillera donde estaba el cadáver se secuestró un pedazo de toalla de mano que tenía inscripto un apellido: Mamani.
Como se dijo, el cadáver del niño fue hallado pocos minutos después de las 8 por una empleada de la Municipalidad de La Quiaca que se encarga de la limpieza e higiene de la plaza 23 de Agosto. Cuando se encontró con la bolsa de arpillera, la mujer pensó que habían abandonado un perro muerto, pero su horror fue mayor cuando descubrió el cadáver del niño.
La víctima vestía ropa deportiva azul con el escudo de la AFA, marca Adidas. Medía aproximadamente 1,30 metros, tenía piel trigueña, su cabello era corto, lacio y de color negro. El cuerpo fue abandonado con las piernas dobladas hacia adelante y fue colocado en posición fetal.
"No hubo testigos del momento en que fue abandonado el cuerpo de la víctima. Tampoco tenemos imágenes porque en la zona no hay cámaras de seguridad", afirmó un investigador del caso.
Si se identifica a la víctima, el misterio que rodea el crimen podría comenzar a develarse.
Fuente: La Nación
Misterio alrededor de un chico muerto
Reviewed by Cheiru News
on
lunes, febrero 10, 2014
Rating:
No hay comentarios
Participá con tus comentarios con el debido respeto hacia los demás.