Altas temperaturas y baja humedad en La Quiaca

El calor intenso y falta de lluvias en la Puna, generan inconvenientes a los pobladores de esta región provincial. Sucede que desde abril no se registran lluvias continuas, cuando normalmente el período estival comienza con la primavera.

Días con un cielo celeste ininterrumpido y un sol total, calientan la tierra en esta zona ubicada a 3442 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas que rondan entre los 23 a 26 grados, baja humedad y presión atmosférica en descenso, la Puna registra un índice de insolación idéntico al desierto del Sahara. Las personas como pueden soportan los rayos del dios Inti, tomando algún helado cuando el reloj aún no marca las 11, o buscando refugio bajo la poca sombra en las calles. Grandes y chicos disfrutan los días calurosos. Sin embargo no es normal que suceda este fenómeno climático.
Comparado con el crudo invierno, podría afirmarse que es el clima ideal, pero la situación es más compleja, comenzando por la falta de agua. Desde la empresa prestataria del servicio desde finales de octubre optaron por racionalizar el líquido elemento, debido al bajo caudal del río que abastece a gran parte de la ciudad. Todas las noches a partir de las 22 se cierran las válvulas hasta las 6 del día siguiente, normalizándose todo recién a media mañana. Los barrios ubicados en sectores altos carecen de presión en la red de agua, y deben arreglárselas como pueden para llevar un ritmo de vida normal. "Si no llueve la situación será más grave, las reservas en los tanques ya se están agotando", indicaron desde Agua de los Andes.

Perjuicios a la salud

El sol es tan intenso que daña la piel. Por lo tanto se recomienda a la población usar ropa con mangas largas, colores claros, usar sombreros con alas anchas, anteojos con filtro de radiación ultravioleta y protectores para la piel. Además no estar expuestos al sol y si van hacerlo deben usar la máxima protección solar, por lo que es importante que se adquieran productos cuya fórmula sea eficaz contra el conjunto de radiaciones solares superior a los 60 SPF. Por otra parte la exposición al sol causa sangrado nasal, afectando a niños y jóvenes. También la baja presión atmosférica y el calor provoca cefaleas, especialmente en personas jóvenes y las de mediana edad.

Recomendaciones

Exponerse al sol durante mucho tiempo puede llevar a la pérdida de agua y sales esenciales del cuerpo, lo que se conoce como "golpe de calor", que se presenta con fiebre; sed intensa; sensación de calor sofocante; piel seca; mareos o desmayo; dolor de estómago; falta de apetito y náuseas; dolor de cabeza y desorientación. En el caso de los bebés, también puede observarse la piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal; irritabilidad y llanto. Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés, niños pequeños, mayores de 65 años de edad y quienes padecen enfermedades respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad o diabetes.

Para evitarlo, se aconseja tomar abundante agua, reducir actividad física, ingerir frutas y verduras evitando comidas en abundancia y no exponerse al sol de entre las 10 y 16.

El Tribuno