La festividad más antigua tiene cita en La Quiaca
Quienes visitan La Quiaca habitualmente quedan asombrados principalmente
por dos motivos: los tejidos de lana de vicuña, oveja o llama y los
majestuosos paisajes. Ponchos, frazadas, chales, medias y guantes son
confeccionados en los telares que se ubican en plena calle y constituyen
un gran atractivo para turistas que vienen de todas partes del mundo.
Pero quienes llegan a esta localidad jujeña por estos días tendrán la posibilidad de vivenciar una de las festividades más apasionantes que se realizan en el norte argentino. Cruzando el río Toro Ara, desde La Quiaca hacia Yavi, a campo abierto, los puneños se dan cita para hacer la Manca Fiesta o Fiesta de la Olla.
Se dice que el nombre Fiesta de la Olla es un vocablo híbrido compuesto por el quichua y el castellano. Los historiadores advierten que quizá se llame así porque las ollas que llevan los alfareros aborígenes ocupan un lugar destacado en todos los puestos de trueque o venta. La feria mantiene rasgos que se remontan a los tiempos precolombinos y a la colonia. Una de las características que se mantienen en lo que a los productos se refiere son las ollas de cerámica fabricadas a mano.
No se trata tanto de artesanías decorativas sino de productos sencillos y útiles para la subsistencia, como cucharones y morteros de madera, quenas, zampoñas para bandas de sikuris, charqui de cordero y de llama, chicha, chicharrón, pan casero, cereal de quinoa, pimientos, sacos de arroz, choclos blancos, amarillos y morados, ananás, ramilletes de bananas, tomates, pollos que cacarean, caparazones de quirquincho que serán charangos, sombrillas, vasijas de cerámica, mates con bombilla de caña, hatos de lana de oveja, llama y vicuña.
De carácter anual, la Fiesta de la Olla recibe a los campesinos puneños, que llegan desde los cuatro vientos, y también a bolivianos de los pueblos próximos a la frontera. Y por supuesto, a los turistas.
Dentro del predio, el visitante puede encontrar distintos tipos de carpas, como las bailables, de comida, artesanías, carpas de olleros, carpas con trabajos tallados en laja, trabajos hechos con cáscaras de durazno, entre otras. Está presente la música que se desprende de quenas, anatas, bombos y charangos. No faltan las coplas de amor y los regateos sin fin en quichua y en español.
Fuente: Ámbito
Pero quienes llegan a esta localidad jujeña por estos días tendrán la posibilidad de vivenciar una de las festividades más apasionantes que se realizan en el norte argentino. Cruzando el río Toro Ara, desde La Quiaca hacia Yavi, a campo abierto, los puneños se dan cita para hacer la Manca Fiesta o Fiesta de la Olla.
Se dice que el nombre Fiesta de la Olla es un vocablo híbrido compuesto por el quichua y el castellano. Los historiadores advierten que quizá se llame así porque las ollas que llevan los alfareros aborígenes ocupan un lugar destacado en todos los puestos de trueque o venta. La feria mantiene rasgos que se remontan a los tiempos precolombinos y a la colonia. Una de las características que se mantienen en lo que a los productos se refiere son las ollas de cerámica fabricadas a mano.
No se trata tanto de artesanías decorativas sino de productos sencillos y útiles para la subsistencia, como cucharones y morteros de madera, quenas, zampoñas para bandas de sikuris, charqui de cordero y de llama, chicha, chicharrón, pan casero, cereal de quinoa, pimientos, sacos de arroz, choclos blancos, amarillos y morados, ananás, ramilletes de bananas, tomates, pollos que cacarean, caparazones de quirquincho que serán charangos, sombrillas, vasijas de cerámica, mates con bombilla de caña, hatos de lana de oveja, llama y vicuña.
De carácter anual, la Fiesta de la Olla recibe a los campesinos puneños, que llegan desde los cuatro vientos, y también a bolivianos de los pueblos próximos a la frontera. Y por supuesto, a los turistas.
Dentro del predio, el visitante puede encontrar distintos tipos de carpas, como las bailables, de comida, artesanías, carpas de olleros, carpas con trabajos tallados en laja, trabajos hechos con cáscaras de durazno, entre otras. Está presente la música que se desprende de quenas, anatas, bombos y charangos. No faltan las coplas de amor y los regateos sin fin en quichua y en español.
Fuente: Ámbito
La festividad más antigua tiene cita en La Quiaca
Reviewed by Cheiru News
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viernes, octubre 12, 2012
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