Insultos y amenazas en La Quiaca

Durante la década de los 80 una frase marcó por varios años a todos los habitantes de nuestro país: “la casa está en orden”. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, esas palabras no están aplicándose en la ciudad norteña de La Quiaca. Durante una reunión mantenida en el despacho municipal entre el intendente Dante Velázquez, los concejales Juan Carlos Flores, presidente del Cuerpo; Jaqueline Sánchez, Roberto Toconas, Luisa Gutiérrez y José Vázquez (no participó Hernán Rodríguez), además de una nutrida delegación de ATE, hubo fuertes cruces entre ambos poderes, sumado a la presión que está ejerciendo el gremio identificado con el color verde con respecto a reivindicaciones salariales.

Por más de una hora la tensión se apoderó del recinto, el “pase de facturas” estuvo a la orden del día, como así también reproches por rivalidades políticas que parecían superadas, aunque quedaron al descubierto.
Desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) exigen la aprobación de la nueva Ordenanza Impositiva, porque argumentan que desde allí saldrán los fondos para que personal municipal actualmente dependiente de planes cuyo salario mensual asciende a 500 pesos pueda tener una mejor remuneración.
El reclamo de los trabajadores es legítimo.

Compromiso político

Por otro lado están los compromisos políticos asumidos por el jefe comunal para con ATE, según sus propias palabras “sin la aprobación de la Impositiva tengo las manos atadas. Hay muchas erogaciones desde el Municipio que no podemos afrontar, es necesario que tengamos mayor recaudación para volcarla en obras necesarias para la población y mejorar la situación de los empleados”, sostuvo.

"En esa frase sintetizó la falta de obra pública en la comuna quiaqueña y la poca o ninguna gestión realizada para mejorar y satisfacer las necesidades poblacionales”, dijo Luisa Gutiérrez al culminar el encuentro.
Mientras tanto, la respuesta del presidente del Concejo no se hizo esperar. Refutó al intendente señalando que “los fondos recaudados un 10 por ciento son para la Ley administrativa y el resto debe ser volcado en beneficio de los contribuyentes. Debemos pensar en los 20 mil pobladores de La Quiaca no solamente un sector, en ningún lugar se especifica que esos fondos deben ser aplicados a suba de sueldos”, enfatizó.
Los dichos de Flores encolerizaron al intendente, quien visiblemente alterado quiso hacer notar ante los medios presentes, especialmente a la población, una situación de la cual no tiene el control, cuando hace bastante tiempo “la liebre se le escapó de la jaula”, como dicen en la jerga callejera.

Al mismo tiempo los concejales oficialistas Sánchez y Toconás quisieron respaldar las palabras del jefe político, pero más que exponer argumentos válidos solo defendieron posturas personales propias, enfatizando que ellos “siempre trabajaron por el pueblo”.

Segundo round

Mientras el mozo de la Intendencia servía agua a los presentes de las cuatro esquinas de la mesa, Jaqueline Sánchez, presidenta de la comisión de Hacienda y Finanzas, mostró a todos el nuevo escrito modificado de la Ordenanza Impositiva.

Cabe recordar que en julio pasado desde la Intendencia impulsaban una suba en todos los rubros y servicios hasta del 1000 por ciento. En esta oportunidad, según la edil, “el nuevo texto está corregido de acuerdo a las necesidades del vecino, porque nos reunimos con los diferentes sectores contribuyentes, los valores están acordes al año 2010”.

Como durante la semana no hubo sesión ordinaria, ATE exigió nuevamente que se apruebe el texto de manera inmediata, Los demás concejales solicitaron copia de la reformulación del flamante proyecto impositivo para estudiarlo y desde el gremio sin pelos en la lengua dijeron: “si no está aprobado hasta la otra semana iremos a la casa de cada uno para buscarlos”, clara amenaza al segundo poder ciudadano, algo preocupante.

Lo extraño del caso fue que desde el Ejecutivo, estando los medios presentes, se dijera que “mientras no se apruebe la Ordenanza, los concejales no deben suministrarle ninguna copia a los medios de comunicación, ustedes son culpables si alguien se entera”.

Tras los discursos demagógicos, el intendente Velázquez debería saber que la Ley 4444 ampara el derecho a la información.
Entre murmullos y palabras de alto voltaje desde los bandos presentes concluyó todo.
Fuente: El Tribuno