Quiaqueños recordaron con profundo sentir a sus difuntos

El poblador fronterizo y de la Puna recuerda al ser amado reviviendo las costumbres y tradiciones propias de un pueblo que aún conserva gran parte de su identidad.

El Día de los Fieles Difuntos en La Quiaca , es una pausa agradable en el cotidiano vivir, tan agitado y maltratado para los hombres y mujeres que viven en las alturas, porque les permite encontrarse imaginariamente con sus seres queridos o con aquellos que en vida fueron amigos.

Para el poblador fronterizo y la Puna entera tiene un gran simbolismo afianzado en las convicciones religiosas, transmitidas por las generaciones pasadas, con tristeza al mismo tiempo alegría, recuerdan al ser amado reviviendo las costumbres y tradiciones propias de un pueblo que aún conserva gran parte de su identidad.

Desde horas muy tempranas centenares de gentes concurrieron masivamente al cementerio “Nuestra Señora de El Carmen” para colocar flores y coronas donde yacen parientes o amistades, que ya no están en este mundo terrenal, durante una calurosa jornada en esta parte de la provincia.

Las homilías por la mañana y tarde estuvieron a cargo del padre Jesús Olmedo, donde además se leyeron las intenciones dedicadas por parientes a sus difuntos, como buen conocedor del territorio el cura párroco destaco el profundo sentir religioso del habitante puneño.

Cada uno a su manera recuerda lo mejor del ser amado, solemnizar el día de los difuntos es una de las fechas más significativas del poblador puneño, a pesar de que con el transcurrir del tiempo, tuvo implicancias o múltiples orígenes y manifestaciones de acuerdo con la religión que se practique, siempre hay una evocación de nuestros seres queridos, ausentes antes que nosotros.

Fuente: El Tribuno