Festejó de más y el río se llevó su auto

Tras participar del Jueves de Compadres un conductor optó por “cortar” camino pero llegó la creciente.

La época estival en la provincia provoca temor en los pobladores, y esta ciudad no es la excepción porque las intensas lluvias hacen estragos sobre todo en viviendas construidas de adobe, material hecho con barro.

En su momento el Cuartel 8º de Bomberos alertó sobre la inusual crecida del río Toro Ara, donde por ejemplo los ocupantes de un camión salvaron milagrosamente sus vidas cuando la crecida los sorprendió mientras realizaban diferentes tareas en el lecho del río. Algunos saltaron del rodado, otros prefirieron quedarse dentro de la cabina siendo arrastrados por varios miles de metros, hasta que finalmente fueron rescatados por efectivos policiales.

Sucede que desde el cerro Yoscaba, ubicado a 20 kilómetros de esta ciudad, en esta época baja una fuerte correntada de agua llevándose todo a su paso, es por ello que los vecinos toman los recaudos del caso y son precavidos.

Esta vez la situación no fue dramática, sino picaresca porque algunos trasnochados festejaron de más el Jueves de Compadres desde ese día hasta la madrugada de ayer, en vez de utilizar el puente que une un sector de la ciudad con el barrio Mariano Moreno, optaron por “cortar” camino cruzando el río por calle Rivadavia al final, donde existe un improvisado paso hacia el sector barrial antes mencionado, utilizado mayormente en otras estaciones por el bajo caudal de agua.

Los “compadres” aparentemente por el grado de ingesta alcohólica y al ver que las turbias aguas no garantizaban puedan llegar hasta Carnaval, optaron por dejar al rodado a un costado y proseguir a pie por donde corresponde, es decir el puente.

Grande fue la sorpresa al día siguiente cuando observaron al Fiat Palio cinco puertas que fue arrastrado por un buen trecho y literalmente cubierto por las antes mansas aguas del Toro Ara.

Una maquinaria pesada tuvo que retirar al rodado del lugar, en tanto los Bomberos nada pudieron hacer porque no cuentan con el equipo adecuado para estos casos, una ardua tarea tuvieron realizaron particulares y amigos del “compadre”, cuestión retirar el vehículo que sufrió daños en el motor.
Desde la Seccional 17 no brindaron otros pormenores del hecho, solo llamaron a la cordura y lamentar dolores de cabeza, muy acertada en este caso la canción popular, “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.

Fuente: El Tribuno