Miguel Tito “embaucado” con un muerto del Garrahan

El Intendente de La Quiaca figura entre los que fue “engatusado” por un estafador santafesino, que decía ser director del Hospital Garrahan y pedía colaboración para “trasladar el cuerpo de un menor fallecido de esa comuna”.

El sujeto está detenido en Santa Fe, pero podrá recuperar la liberad previo pago de una fianza de 50 mil pesos, que seguramente lo hará con lo “recaudado” producto de la estafa.

Según consigna el Diario Clarín, que hace un amplio informe sobre el tema, al menos siete estafas fueron concretadas en un monto que oscilaba entre los $6.000 y $14.000 y que incluyó funcionarios y municipios de todo el país.

Según la misma fuente, las víctimas que cayeron fueron los intendentes o empleados de las municipalidades de Perito Moreno y Caleta Olivia (Santa Cruz); Charata (Chaco); Tafí Viejo (Tucumán); La Quiaca (Jujuy); El Jardín (Salta); y Helvecia (Santa Fe). En los siete casos, el estafador consiguió que le hicieran depósitos en una cuenta bancaria perteneciente a un hombre con domicilio en la ciudad de Santa Fe.

Los investigadores establecieron que el estafador era un ciudadano santafesino identificado como Eduardo R.B. de 33 años, que se hacía pasar como miembro del área de pediatría del Hospital Dr. Juan P. Garrahan o incluso por el propio director del centro médico porteño. Usaba dos nombres: “Doctor Antonio Latella” (que es verdaderamente un médico de planta del Garrahan) o “Doctor Darío Barsotti” (el auténtico subdirector de la esa entidad).

Con esa identidad, llamaba a los municipios y solicitaba distintos montos de dinero para trasladar al pueblo el cuerpo de un “menor” que supuestamente habría fallecido en ese nosocomio.

Pero todo el relato era falso y muchos jefes comunales o responsables del área social de las comunas cayeron en las artimañas de este embaucador, llegando a juntar la suma de 100 mil pesos, según pudieron establecer los investigadores.

El mecanismo era siempre el mismo, e inclusive siempre buscaba tener un amplio conocimiento del municipio al que llamaba, como nombre de calles, barrios, familias, etc., lo que hacía más creíble el “verso” que hacía. Según declararon algunos intendentes, este sujeto hasta llegaba a “llorar” para convencer de su relato.

Dado su carácter solidario, el Intendente de La Quiaca, Miguel Tito, habría caído en esta estafa. Se desconoce el monto que aportó el jefe comunal de la ciudad fronteriza.

De igual manera, este sujeto habría intentado obtener recursos de las comunas de El Carmen (en dos oportunidades al menos), Caimancito y Perico.

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