Empleados de Migración se defienden de acusación

El nombramiento de treinta personas en la Dirección de Migraciones con asiento en esta localidad, generó varias controversias, al punto que un puñado de personas decidió cortar la runa nacional 9 durante el último mes del año pasado aduciendo que debía haber un llamado a concurso publico para los puestos laborales.

Con el tiempo la gente dejó de acompañar ese supuesto reclamo. Quien primero se alejó fue el cura párroco Jesús Olmedo, incansable luchador, pero esta vez decidió dar un paso al costado según sus propias expresiones.

Acusó a los manifestantes de "mentir y jugar con la esperanza de la gente". Sucede que quienes encabezaban hasta ahora las protestas pertenecen a sectores políticos, incluso llegaron a anunciar que el padre Jesús recibiría las inscripciones para una futura convocatoria en algún organismo nacional. Lo cual fue desmentido tajantemente por Olmedo, con duras recriminaciones al grupo encabezado por reconocidos punteros políticos, quienes no tuvieron cabida en las últimas elecciones en ningún sector, siendo unos "renegados" con respecto al amplio mundo del poder gubernamental.

Los actuales empleados de Migraciones, que por razones obvias solicitaron no sean publicados sus nombres, manifestaron a este matutino: "nosotros somos personas del lugar, vivimos en La Quiaca , tenemos derecho a trabajar como todo el mundo, seguramente si habría otras personas blancas y rubias no dirían nada. Las personas que están al frente (del reclamo) lo hacen por una movida política, siempre trabajaron así no por el pueblo sino beneficio personal", señalaron.

Por otra parte cuestionaron la forma con que los manifestantes en varias oportunidades se dirigieron hasta el Puente Internacional, para molestar a los trabajadores.

"Vienen cuando nos encontramos desempeñando nuestras tareas, son alrededor de cuarenta, recibimos insultos y palabras discriminatorias hacia nosotros, también a nuestra familia. Varios compañeros pensaron en renunciar, no es justo. También existe un derecho el cual nos ampara, el de trabajar, ellos parecen no comprender esa situación", añadieron.

Además aclararon que todo ciudadano argentino y extranjero que egrese del país debe portar su documento.

"Hay personal que amablemente solicita la documentación el egresar o ingresar a La Quiaca, sabemos que el ciudadano no está acostumbrado, pero es un requisito desde la Dirección Nacional de Migraciones, cumplimos esa labor para intensificar a nivel nacional la dinámica de atención de público para la regularización documentaria migratoria a partir de una mayor agilización operativa mediante la actualización tecnológica, la capacitación de los recursos humanos, la simplificación de gestión y la resolución de trámites, especialmente mantener la seguridad en el paso fronterizo", explicaron los trabajadores.

Por último agregaron: "a veces vivimos momentos de incertidumbre porque ese grupo viene y nos amenaza de que perderemos nuestros puestos laborales, somos simples trabajadores y vamos a defender el único ingreso que tenemos, demostrando ser personas ágiles, eficientes y transparentes, comprometidos con la plena integración de las personas y el respeto a los derechos humanos", finalizaron los empleados de Migraciones de La Quiaca.

Cabe señalar que en las protestas se cuestionaba el nombramiento de nuevos trabajadores en Migraciones, señalando que muchos de ellos eran familiares o amigos de funcionarios públicos. Y en las mismas se pedía que se realizaran concursos de antecedentes e idoneidad para ocupar los cargos que se habían creado o estaban vacantes.

Fuente: El Tribuno