Sentir de los puneños

Los habitantes de La Quiaca concurrieron masivamente al cementerio “Virgen del Carmen” para visitar a sus seres queridos que ya no los acompañan en este mundo terrenal, la necrópolis local abrió sus puertas desde las 7 para que la gente concurra con tiempo evitando aglomeraciones, hubo dos oficios religiosos por la mañana y tarde, a cargo del cura párroco Jesús Olmedo, que como buen conocedor de la Puna siempre resalta el fervor religioso y costumbres de sus habitantes.

Por los pasillos del cementerio la gente iba llevando flores y coronas que luego dejan en la tumba del difunto, primero buscan agua para limpiar, luego pacientemente arreglan todo para colocarlo en la cruz o panteón, en voz baja recuerdan al ser amado. Rezan pidiendo continúe guiándolos desde el cielo o que vengan tiempos más prósperos, aunque hayan pasado varios años la partida aún se siente, hay lágrimas y abrazos entre familiares, amigos o quienes conocieron al difunto. Algunos regresan a sus hogares reconfortados espiritualmente, otros se sientan alrededor y comparten las bebidas que sabía degustar el “finado”, chicha de maíz o maní, cerveza y vino, entre sollozos cuentan anécdotas además fuman y mastican hojas de coca, las historias son picarescas donde siempre es reiterativa la frase “si estaría vivo”, pero la realidad marca otra cosa.

La festividad de los Fieles Difuntos para los quiaqueños trae un poco de esperanza, es el momento de encontrarnos con amigos, compartir el pan, rezar y honrar a los seres queridos, que siguen estando vivos en la memoria. Es un momento para mirar atrás y aprender de los antepasados que con sus valores de honradez, responsabilidad y trabajo dejaron un ejemplo de vida. Cuando llega la ocasión, toda la familia se reúne en casa para ofrendar a las almitas, invitan a sus amistades para compartir alegrías y tristezas, todos juntos están en comunión con las almitas, cuentan que si el día estuvo lluvioso es porque vienen llorando, en La Quiaca la jornada estuvo calurosa con un espléndido sol, sinónimo que las ánimas estuvieron alegres.
Fuente: El Tribuno